Cuatro cardenales argentinos viajarán a
Roma en las próximas horas para votar al nuevo Sumo Pontífice tras la muerte
del Papa Francisco. Víctor “Tucho” Fernández, Vicente Bokalic Iglic, Ángel
Sixto Rossi y Mario Poli forman parte del exclusivo grupo de 138 purpurados que
integran el colegio cardenalicio, encargado de elegir al nuevo Papa. Los cuatro argentinos fueron nombrados por
Jorge Mario Bergoglio, al igual que el 80% de los integrantes del cuerpo
encargado de elegir al Pontífice que reemplazará al primer papa americano.
Fernández, Bokalik Iglic, Rossi y Poli
participarán de una elección secreta una vez que concluyan las exequias y
rituales funerarios de Bergoglio en el Vaticano. Los denominados “príncipes
de la Iglesia” se reunirán dentro de la Capilla Sixtina, sin contacto con el
exterior, y deberán elegir al nuevo pontífice. Si bien la Iglesia Católica tiene 252 cardenales, muchos exceden la
edad de 80 años que impone la tradición para participar de ese evento.
Otros
cuatro cardenales argentinos forman parte de las ceremonias, pero no tienen permitido participar de la
elección del sucesor porque tienen más de 80 años. Se trata de Estanislao
Karlic, arzobispo emérito de Paraná y ex presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina, que tiene 99 años. Luis
Pastor Dri es reconocido como confesor de Bergoglio y continúa una incansable
actividad pastoral a sus 97 años en la iglesia de Pompeya. El tercero es
Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, de 90 años, y el último es Leonardo Sandri, prefecto emérito del Dicasterio para las
Iglesias Orientales, entre otros cargos vaticanos, de 81 años.
VÍCTOR “TUCHO” FERNÁNDEZ
De
cercano vínculo al difunto Papa, el
cordobés de 62 años fue elegido arzobispo titular de Tiburnia el 13 de mayo de
2013 por decisión de Jorge Bergoglio. Unos años antes, el 15 de diciembre
de 2009, asumió -también por decisión de Bergoglio- el rectorado de la
Universidad Católica Argentina (UCA). En
junio de 2018, Francisco lo nombró
arzobispo de La Plata y cinco años después, el 1 de julio de 2023, lo nombró
prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Fernández
tiene a cargo uno de los “ministerios” más importantes que tiene la Iglesia, al
punto que Joseph Ratzinger llegó al trono de Pedro desde ese sitial. Finamente, en el consistorio del 30 de
septiembre de 2023, Víctor Manuel Fernández fue creado cardenal por decisión
del Sumo Pontífice argentino.
VICENTE BOKALIC
El cardenal Vicente Bokalic Iglic, de 72
años, marcó un hito histórico tras una decisión clave del Papa Francisco. Es
que Bergoglio no solo lo nombró cardenal, sino que también lo nombró arzobispo
de Santiago del Estero y primado de la Iglesia Católica Argentina. La decisión fue fuerte, dado que Bokalic
Iglic reemplazó a Buenos Aires.
Proveniente
de una familia de inmigrantes croatas, Bokalic
pertenece a la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. Su
trayectoria eclesiástica está marcada por su dedicación a la pastoral social y
su cercanía con las comunidades más vulnerables. El 23 de diciembre de 2013, Bokalic fue designado por el Papa Francisco
como obispo de la diócesis de Santiago del Estero, sucediendo a Francisco Polti
Santillán. Y en octubre pasado recibió el birrete cardenalicio.
EL CARDENAL ROSSI
Ángel
Sixto Rossi es una de las piezas clave de la Iglesia Católica en Argentina,
dado que integra la decisiva vicepresidencia primera de la Conferencia
Episcopal (CEA). El hombre de 66 años
está a cargo de las tareas más ejecutivas del organismo que reúne a los obispos
y fue elegido arzobispo de Córdoba en 2021 por el Papa Francisco. Fue
creado y proclamado cardenal con el título de Santa Bernadette Soubirous por el
Papa Francisco en el consistorio del 30 de septiembre de 2023.
CARDENAL POLI
El
último en la lista de los cuatro argentinos que participarán de la elección es
el cardenal Mario Poli, el arzobispo emérito de Buenos Aires que tiene 77 años.
Poli había sido ordenado obispo en 2002
en la Catedral de Buenos Aires por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio y
trasladado como obispo de Santa Rosa en 2008. En marzo de 2013, el por
entonces papa Francisco lo promovió a arzobispo de Buenos Aires, como su
sucesor en el cargo que había dejado antes de ser electo Papa.
Fue creado cardenal del título de San Roberto Belarmino por el papa Francisco en el consistorio del 22 de febrero de 2014. Al cumplir los 75 años, sin demoras, fue aceptada su renuncia, después de que trascendieran dudas sobre la gestión de propiedades eclesiásticas, que derivaron en una auditoría. Actualmente, está a cargo de la Comisión Episcopal para la Universidad Católica Argentina.