Antonito Ventura, el
hijo de 10 años de Luis y Fabiana Liuzzu, tuvo que ser internado de urgencia en la Clínica Los Arcos de
Palermo debido a una complicación con la
medicación que estaba tomando. Según trascendió, el niño se encuentra en
estado de observación.
Antonito ingresó a la clínica el jueves por la tarde y,
según informó su madre, comenzó con un
malestar el domingo pasado por un cambio en la medicación que toma
habitualmente.
Fabiana detalló la situación de su hijo con Teleshow: “Arrancó el fin de semana. Algo le
molestaba, estaba irritable... Coincide con que le quitamos una medicación que
tomaba a la noche. Habíamos hablado con el neurólogo, queríamos sacarle un
medicamento, de haberlo hecho, hubiera sido positivo. En este caso, empezó a dormir
mal y luego, desde el domingo, arrancaron estas crisis".
"Cada vez que lo
traía para acá, le ponían un tranquilizante y se dormía, pero al día siguiente
se levantaba con malestar. Entonces decidieron dejarlo en la clínica e ir
evaluando día a día cómo se va sintiendo y cómo es su comportamiento. Además,
regresamos al medicamento que le habíamos sacado para ver si podemos
regularizarlo. Hizo una mejoría y eso es muy positivo. Estamos en permanente
contacto con su neurólogo, el Dr. Alejandro Anderson”, explicó.
Antonito Ventura nació hace 10 años de forma prematura y
padece una encefalopatía crónica, razón por la cual se le dificulta hablar y
pronunciar algunas palabras. El año
pasado, el pequeño había sido internado por neumonía y dengue.
Fabiana le explicó a
Teleshow como le afectó la repentina caída de su hijo y su internación:
“Paralelamente, me surgió un cuadro de
estrés. Lo atendían a él en una cama, a mí en otra. Sentía que no me
entraba el aire, me dolía el pecho, tenía palpitaciones. Como soy hipertensa,
ayer y hoy tuvieron que asistirme".
Sin embargo, la ex
vedette sostuvo que busca fuerzas para estar presente y acompañar a su hijo,
quien es su más grande prioridad: "Pero acá estoy, fuerte, para
afrontar esta situación con Antonito. De paso, los médicos me dijeron si quería
hacerme estudios. Dije que ‘Sí' porque necesito estar bien, de pie, anímica y
físicamente. Mi hijo me necesita, voy a poner todo de mi parte. Quiero vivir
muchos años para acompañarlo a él que me necesita. Como mamá una se preocupa y
el organismo pasa factura”.