Una vez más un chofer de la 504 hizo vivir un momento
sumamente desagradable a un joven con discapacidad.
Días atrás lo padeció el hijo de Norma, al cual bajó de la
unidad por no creerle que tenía problemas. Esta mañana, Valeria y su pequeño de
nueve años estuvieron cerca de correr con la misma suerte.
“Todo comienza cuando uno marca el pasaje con el pase libre”
le comentó la angustiada mamá a BHInfo. “Es ahí donde se ve que se altera,
empiezan los gritos, te expone delante de todos los pasajeros y es una
situación muy fea” agregó.
Según contó “hoy tomé el colectivo para traer a control a mi
hijo al hospital Penna y me bajé antes porque obviamente nos hace sentir mal”.
Tristemente “no es la primera vez que nos hace esto. El nene
viaja conmigo y una vez a la semana viaja con su acompañante terapéutico. No lo
dejo viajar solo porque me da miedo. No es la primera vez que me hace lo mismo.
Me hace explicarle lo mismo. Por qué usamos el pase libre”.
En el caso de esta mañana, cuando la familia se subió en la
esquina de San Martin y Plunkett en Ingeniero White, “empezó a gritarnos como
si nosotros no hubiéramos pagado el pasaje. Eso hacía, gritar como loco, como
que nosotros no hubiésemos pagado un pasaje colectivo”.
El pase libre por discapacidad permite marcar una sola vez,
ya que el Certificado Único de Discapacidad menciona la necesidad de un
acompañante.
“No entiendo por qué yo tengo que subirme al colectivo y
ponerme a darle explicaciones a un chofer sobre los derechos que tienen las
personas con discapacidad. Eso nos ha pasado varias veces ya” agregó con
tristeza.
Del mismo modo sostuvo que “me manejo en otras líneas y la
verdad nunca me pasó algo así. Así que no entiendo la razón, el motivo. Si uno
marca con el pase libre, cuál es el daño que estamos haciendo. La verdad que te
sorprende. Aparte grita como si estuviese enojado o alterado. Eso también a un
nene con autismo lo asustaría”.
Por último Valeria reconoció que el conductor les habla “de
mala manera, se burla. Otra cosa que hace también es que cuando uno toca el
timbre, en vez de bajar, o sea, frenar en la parada que uno toca el timbre, sigue
de largo, o se hace el que no escuchó. Y si no, cuando uno toca el timbre para
bajar, cuando vas bajando, que ya vas por el primer escalón, hace como que
arranca de nuevo el colectivo, hace como un movimiento brusco que podría tirar
a alguien”.