Lucía es mamá de la quinceañera que por 24 horas tuvo su
corazón en vilo, por la pérdida de algo tan significativo como el vestido para
su fiesta.
Y si bien la historia resumida fue contada por BHInfo en su
momento, eran tantos los detalles que habían quedado fuera, que bien merecía un
segundo artículo para que no se escape nada.
Lo cierto es que Camila, aquel viernes 6 de septiembre, fue
en búsqueda de su abuela a la salida de su trabajo.
“Eran como las 20:30 y mi mamá le dijo que otro día elegían
zapatillas, porque estaba muy cansada y habían andado mucho buscando el vestido
que finalmente consiguieron. Había salido temprano de la casa y ni había comido”
comenzó relatando Lucía.
Continuando con el relato, explicó que “fueron a la estación
de servicio de Rondeau y Estomba por unas galletitas y unas gaseosas para
esperar el colectivo y volver a casa. Mamá iba cargada, así que sacó la plata
de su mochila, pero no se dio cuenta que dejó la bolsa con el vestido”. “Recién
cuando bajaron del colectivo se dieron cuenta que no tenían la bolsa” aclaró.
Automáticamente la abuela quebró en llanto, llamó a su hija,
y fue ahí cuando a Lucía se le ocurrió hacer el pedido por redes sociales a ver
si alguien había dado con el vestido.
“La gente nos ayudó un montón, comenzó a compartir y a
escribirme. Entre tantos mensajes llegó uno que me pedía descripciones de la
bolsa y el contenido, para saber si realmente éramos los dueños o no. Ahí supe
que la habían encontrado” reconoció.
Quien resultó ser la hada madrina de esta historia fue una
empleada de la estación de servicio, que al ver el objeto perdido lo guardo y
esperó que lo reclamen.
“Mamá fue al otro día vestida igual para comprobar que era
la dueña de esa bolsa. La verdad nos pusimos muy contentos y estamos súper agradecidos”
admitió.
Pero la historia no terminó ahí. Como es costumbre los
bahienses se solidarizaron con la causa y llovieron infinidad de manos
solidarias.
“Una señora al escuchar la historia se ofreció a peinarla para el día del cumple.
Otra, a hacerle las fotos para que le quede el recuerdo. Hasta un hombre, al
ver que el vestido no aparecía, quiso prestarle uno de fiesta” reconoció la
agradecida mamá.
“El cumple va a ser algo muy simple en la casa de Cami el
próximo sábado. Unas pizzas con amigos, la familia y listo, seremos como mucho
25 personas. Sencillo pero con mucho amor” admitió.
Por último aclaró que entre los invitados está Soledad, la empleada de la estación de servicio. “Sin ella la fiesta no hubiese sido lo mismo, así que decidimos invitarla a que comparta con nosotros. Es muy bueno saber que hay gente así en la calle, que puede ayudar con sus buenas acciones”.