Cierre de AFIP: “para el contribuyente no cambia nada en lo impositivo"

08:00, 24-oct
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El economista Mauro Trellini analizó la reestructuración que se dará, con el cierre de la Administración de Federación de Ingresos Públicos y la creación de un nuevo organismo.




Si bien aún no hay mayores precisiones sobre el cierre de la AFIP y la creación de un nuevo órgano que lo reemplazará, la incertidumbre y las hipótesis al respecto continúan creciendo.




Buscando un poco de claridad sobre el tema, desde la redacción de BHInfo contactamos al economista Mauro Trellini, el cual buscó simplificar algunos conceptos que están dando vuelta.




Al inicio de la charla el especialista resaltó que se trata de “un tema delicado ya que no conocemos los detalles. En general el gobierno tiene la visión de bajar gasto y reducir el estado, pero en el caso de la AFIP particularmente no funcionaba mal, todo lo contrario”.




Dejando bien en claro esto, lo primero que remarcó es que “para los inscriptos, ya sean monotributistas, responsables de distintas modalidades, no debería cambiar nada. Hay que ver la nueva DGI que se retrotrae a la original Dirección General Impositiva”.




Sumando que “en esos casos necesita decreto ley, ya sea del Poder Ejecutivo, del Congreso, para cambios impositivos, entonces no por cambiar la figura del organismo de control tienen que cambiar los mecanismos. Eso se reverá en todo caso, pero no creo que vaya por ahí”.




En otro pasaje de la charla, y sobre cómo repercutirá esto en las arcas del estado, Trellini contó que “había mucha gente con sueldos muy grandes por lo que pude ver, sueldos de directivos y de personas de altos cargos entre 20 y 30 millones de pesos; una locura incluso desorbitante en tema de las jerarquías y de la organización del Estado, o sea, cobraban más que un presidente, más que ministros”.




En esa línea afirmó que “no tenía lógica y quizás, y no conozco el diagnóstico, pero si van a relevar a 3.000 personas es porque había superabundancia. Así que me parece que va a haber un achique consistente con la filosofía de este gobierno”.




Dándole un marco histórico al cambio, explicó que “lo que ahora se propone es volver a lo que originalmente siempre tuvo, una DGI impositiva y una DGA que es aduanera. Entonces los dos mecanismos de control y recaudación pasan a ser originalmente estos dos. La parte impositiva y la parte aduanera para el comercio exterior”.




Por su parte “en el mercado por lo que leí y escuché gusta. En realidad al mercado le están gustando las políticas macro de este gobierno que tienen que ver con el achique de un estado sobredimensionado y un gasto público exorbitante. Aparte, creo que más allá de mejorar la eficiencia del estado o de organizarlo mejor, faltaría algo que tenga que ver con la posterior disminución de impuestos”.




Subrayando que “al sector privado y al mercado lo que nos interesa es que nos bajen la carga impositiva. Obviamente que para lograr eso de manera consistente antes tenes que bajar el gasto. No sirve no hacerlo así porque si no bajas un impuesto y lo tiene que bancar con la suba de otro, así que bienvenido todo lo que tiene que ver con reducción del gasto público y hacerlo más eficiente”.




A modo de ilusión, acotó que “esperemos que a posteriori venga algún tipo de alivianamiento de la carga impositiva. ¿Por qué digo esto? Porque como dentro de esta política de apertura y de regulación e incluso competitividad con el exterior, la facilitación de entrada de productos importados, para poder industrialmente e internamente competir con ellos, tenés que darle algún tipo de mejora a la producción nacional y entre ellas quita las regulaciones y baja de impuestos”.




Indicando una vez más que “de esa manera le quitas piedras a la mochila a la producción nacional y lo pones en condiciones de competir. Esperemos que eso sea en esta dirección”.




Por último y a modo de cierre volvió sobre sus pasos y resaltó que “acá lo que importa es que nos quiten regulaciones, que nos saquen el pie de la cabeza y que nos bajen impuestos. Si este camino logra bajar gasto público, ahí sí aparece la chance de bajar impuestos y regulaciones. Pero ese es el punto que nos interesa, más allá de que sea la AFIP, la ARCA o quien organice la parte de recaudación”.