En un nuevo estudio que se publica en Cell Reports, los
investigadores del laboratorio de la profesora Idit Shachar en el Instituto de
Ciencias Weizmann han descubierto que un cierto tipo de cáncer de mama agresivo
incita a las células inmunes cercanas a construir “puentes moleculares” entre
sí, lo que hace que estas células se abstengan de atacar el cáncer y conducir a
la supresión inmunológica.
Así, se demuestra que un tratamiento con anticuerpos que
bloquea la construcción de estos puentes restablece la capacidad del sistema
inmunológico para atacar con fuerza, inhibiendo la progresión del cáncer en un
modelo de ratón.
En el pasado, el tratamiento del cáncer se centraba en
destruir las células malignas. Sin embargo, en las últimas décadas se ha hecho
evidente que el desarrollo de un tumor depende de la comunicación entre el
cáncer y las células no cancerosas cercanas.
En un estudio anterior, los investigadores del laboratorio
de Shachar en el Departamento de Inmunología de Sistemas de Weizmann
demostraron que las células cancerosas de la sangre crean “puentes moleculares”
con las células de soporte cercanas para sobrevivir y proliferar; de lo
contrario, mueren en cuestión de días.
Los investigadores identifican una proteína, CD84 (SLAMF5), que
se utiliza para construir estos puentes: cuando esta proteína está presente en
la superficie de una célula inmunitaria específica, puede unirse a una proteína
similar en una célula otra, creando un puente intercelular.