Racing, en una final por
demás emotiva, derrotó por 3-
La espera llegó
a su fin y fue Gustavo Costas -participe como jugador de esa última
conquista- quien comandó a la perfección a un equipo sólido, que jugó con el corazón en la mano y consiguió gritar campeón tras un
arrollador inicio del juego.
El partido
contó con una actuación consagratoria de Gastón Martirena, quien logró
adelantar a “La Academia” a los 2 minutos del pitazo inicial, aunque su tanto sería invalidado de manera polémica
por un supuesto offside de Maxi
Salas.
Pese al
acalorado reclamo del conjunto argentino, el equipo de Costas no se dejó desanimar y fue el mismo
lateral derecho quien logró firmar definitivamente su apellido en el tanteador
de esta final, a través de un sensacional golazo, a los 15 minutos. Su centro desde la banda derecha
ingresó en el ángulo superior izquierdo del arco de Cassio, para desatar la
locura de los fanáticos que colmaron el estadio paraguayo (como también en Cilindro de Avellaneda).
El envión anímico se sostuvo y, sólo 5 minutos después de la apertura, llegaría la extensión a la ventaja. Salas picó al vacío y con un pase, fuerte y espectacularmente calibrado, le permitió a Adrián "Maravilla" Martínez empujarla y traer tranquilidad a las almas racinguistas.
En el segundo tiempo Cruzeiro dijo
presente en la final. El elenco brasileño, con más vocación y
agresividad en el plano ofensivo, llegó al descuento por parte de Kaio Jorge,
quien aprovechó el rebote que dio Gabriel Arias a un cabezazo suyo.
“La Academia” contó cada segundo que
lo separaba de la gloria y resistió con
aguante cada nuevo embate del “Cabuloso”, que en su afán de
empatar empezó a dejar cada vez más espacios y abrió la ventana de oportunidad
para que el elenco racinguista
liquide la historia.
Finalmente dijo presente el
colombiano Roger Martínez y logró el anhelado 3-1 que liquidó la historia en el
minuto 95 de juego, al recibir solo y no perdonar a Cassio con un disparo cruzado que terminó de confirmar la consagración académica en Asunción.
Con el pitazo final de Ostojich, se produjo el desahogo de Racing y el final a su larga espera de 36 años por conseguir su cuarta corona en el plano continental. Un último antecedente que su entrenador Gustavo Costas vivió como jugador... ¡Y ante el mismo adversario! Las casualidades del deporte más hermoso de todos... ¡Felicidades, Academia!