El Gobierno anunció, en cadena nacional, el lanzamiento del
Plan Nuclear Argentino, que contempla diferentes iniciativas, entre ellas, la
construcción de un reactor en Atucha y el desarrollo de las reservas de Uranio.
El desarrollo de este proyecto pone en el centro del debate
la necesidad de optar por nuevas fuentes de energía, en medio del fuerte
crecimiento de tecnologías como la Inteligencia Artificial, que prometen
aumentar la demanda en los próximos años.
La historia de la energía nuclear en Argentina se remonta a
1949, año en el que se promovió el Proyecto Huemul: una planta experimental
ubicada en la isla Huemull, en las afueras de Bariloche. En la actualidad,
existen 3 centrales nucleares - Atucha I y II y Embalse - que aportan el 6.5%
total de energía eléctrica distribuida en el país.
La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio
de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América
Latina. Fue conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 y,
tras esto, comenzó su producción comercial el 24 de junio de ese mismo año.
Luego de la creación de Atucha llegó la inauguración de la
Central Nuclear Embalse. La misma comenzó a construirse en 1974 e inició su
operación comercial el 20 de enero de 1984. La planta está situada en la costa
sur del embalse del Río Tercero en la provincia de Córdoba. Embalse cuenta con
una potencia total de 656 MWe.
La última central nuclear construida en el país es Atucha
II. Si bien el proyecto inició en la década de 1980, la construcción estuvo
paralizada hasta 2006, lo que generó que recién comience su producción
comercial el 27 de junio de 2014.