El dato era preciso. Tras asesinar a Ceferino Silva,
Alejandro Pasaron se tomó un Uber hasta Dorrego y de ahí, un colectivo a Buenos
Aires.
En el conurbano lo esperaba su madre y su actual pareja, las
cuales en principio desconocían todo lo que había pasado.
Las cámaras de seguridad y el testimonio del chofer del auto
de alquiler coincidían, y a eso se sumó lo recogido en la vecina localidad.
De inmediato todos los ojos quedaron puestos en San Martín,
más precisamente en José León Suárez.
En un trabajo articulado entre la DDI bahiense y su homónima
de aquella ciudad, poco a poco las pistas fueron cayendo como fichas de dominó
hasta concluir en el operativo montado esta mañana.
Acorralado, “Mandrilo” se entregó sin oponer resistencia,
cuando en un fuerte operativo unidades de la Delegación Departamental de
Investigaciones irrumpieron en el domicilio en el que se encontraba, en calle
al 3100.
En las próximas horas será trasladado hasta Bahía, donde
será puesto frente al fiscal Jorge Viego, a cargo de la UFIJ N° 5.