La tendencia de humanizar a las mascotas puede provocar
serias consecuencias en la vida y comportamiento de los animales, pero esta
forma de crianza de los compañeros del hogar se ve cada vez más normalizada.
La presidenta del Colegio Médico de Veterinarios de la
Provincia de Córdoba, Natalia Eltsner, señaló que, si bien ya era un fenómeno
que preocupaba a los veterinarios, este se incrementó especialmente tras la
pandemia.
"La gente se sintió sola, sin poder interactuar, y
muchos adquirieron mascotas en ese momento", explicó la veterinaria sobre
cómo en muchos casos el aislamiento y sentimiento de soledad de la pandemia
llevó a los dueños a volcar toda su atención en las mascotas como compañía.
Sin embargo, otro motivo es que formar una familia
tradicional muchas veces se ve imposibilitado por diferentes cuestiones, o
también el hecho de que muchos jóvenes directamente no lo consideran una
prioridad.
En este escenario, se configuran nuevas formas de construir
familia con las mascotas en el centro de atención, "ahí aparece esto del
gatijo o perrijo", comentó.
"Obviamente que son un integrante más de la familia,
quienes tenemos mascotas los consideramos así", aclaró Eltsner sobre la
importancia de las mascotas, aunque esto no signifique que la humanización sea
algo deseable, ya que puede generar distintas conductas anormales en los
animales.
El principal efecto que se evidencia en mascotas de estas
características son los problemas de conducta vinculados con ese estilo de
crianza.
Según describió, muchas veces los perros cuando duermen en
las camas se comportan agresivos si alguien se acerca, algo que muchas veces se
malinterpreta como un acto de protección al dueño, pero esto sería porque
"el perro protege su territorio, no necesariamente a la persona".