Claudio Contardi, el
ex marido de Julieta Prandi acusado de abuso sexual y violencia de género por
la modelo, será juzgado por Tribunal en lo Criminal N°2 de Campana, en la
modalidad de juicio por jurados. Contardi llegará al estrado acusado por
abuso sexual con acceso carnal y por causar un grave daño en la salud mental de
la víctima.
El sorteo en los
tribunales, realizado el 15 de abril pasado, determinó que sea ese tribunal el
encargado del proceso, luego de que Casación rechazara la apelación de Contardi
ante el pedido del Juzgado Nº3 de Garantías. El Tribunal estará integrado
por los jueces Daniel Rópolo, Federico Matinengo y un magistrado que la Cámara
de Apelaciones designe eventualmente, indicaron fuentes judiciales. Aún no
hay fecha definida para el inicio del juicio.
El expediente del
caso contó con un informe clave, realizado por el reconocido perito psiquiatra
Rafael Herrera Milano, quien asistió a la víctima como paciente. Herrera
Milano constató los daños psicológicos en Prandi como consecuencia del
padecimiento que habría atravesado durante la relación.
Al respecto, la
modelo reveló en una nota con este medio: “Si no hubiese tenido un trabajo
que me hizo conocida, no estaría viva”.
En el documento, que
consta en la causa, el médico indica que, durante las sesiones, Prandi relató “episodios
compatibles con agresiones físicas, psíquicas y sexuales ejercidas por su ex
marido, los cuales han provocado en ella deseos intensos y reiterados ‘de
no querer despertarse más’”.
La conductora
presentaba “acentuados síntomas de angustia, ansiedad y labilidad emocional”
y destacaba “sentir culpa” por no haber podido “proteger a sus hijos del
padecimiento que les generó su padre biológico”.
Durante las
entrevistas, Prandi hizo especial hincapié en recuerdos de tipo traumáticos, “que
no puede sacar de su cabeza y le reaparecen de manera incontrolable”, de
violencia física, psíquica y sexual padecida en numerosas oportunidades a
expensas de “ser manipulada y forzada por su ex marido”. “Siento vergüenza
por no haber podido irme antes de ese infierno”, aseguró. En ese momento, “la
lentitud” de la Justicia, “la desgastaba y desesperaba”.
Luego, precisó: “El
14 de febrero del 2019 tomé fuerzas y me fui de mi casa, sin un peso y decidí
rearmar mi vida, buscando un nuevo techo donde poder proteger a mis hijos y a
mí misma”.
“Me decía que sin
él no era nada, que nadie me iba a querer porque era fea. Le di hasta un poder
para que administre y cobre mis sueldos… Me engañó y se quedó su hijo con
mi departamento… No me dejaba ni manejar… Controlaba todos mis movimientos. Me
costó un montón tomar el coraje para poder separarme”, dijo en las sesiones.
Por otro lado,
señaló que actualmente padece “altibajos de ánimo y que sueña con el
sufrimiento que han atravesado sus hijos y ella durante tantos años”.
Herrera Milano
concluyó que “a lo largo de las entrevistas se han observado indicadores
inequívocos de haber padecido situaciones de estrés crónico, compatibles con
hostigamiento sexual y violencia familiar sostenidas en el tiempo. Como
consecuencia de los mismos, se destaca un daño lacerante en su autoestima,
además de presentar un agotamiento físico y psíquico ocasionado por el desgaste
de los litigios judiciales vigentes, además del entero cuidado y
manutención de sus hijos”.
Tras evaluar a la
modelo, el psiquiatra definió que Prandi sufría un trastorno de estrés
postraumático.
Fuente: Teleshow