El bahiense Elias Nudelman está desde el 12 de octubre combatiendo en Israel. Su testimonio se suma al de muchísimos otros soldados que debieron dejar de lado lo que estaban haciendo en ese momento, y tomaron el primer vuelo que pudieron para servir en las fuerzas.
Según reconoce, desde muy chico supo que quería prestar colaboración con el país, y en una entrevista televisiva confesó que a los 13 años fue la primera vez que le dijo a su mamá que se quería sumar al ejército.
A los 18, una vez que terminó la escuela, se alistó, y hoy con 22 años confieza que su grupo de tareas es, al mismo tiempo, su grupo de mejores amigos.
“El 7 de octubre yo estaba en Europa, veo el teléfono y veo
alarma, alarma, alarma. Tengo tres o cuatro amigos que estaban en los kibutz
afectados y cuando uno de ellos me escribió entendí la gravedad de la situación”
aseguró.
“Llegué el 12 de octubre, armé la mochila, agarré el auto y
me fui al norte. Ahí me dieron el arma y el chaleco. Más allá que la guerra
haya empezado en Gaza no se puede descuidar el norte porque Hezbolá puede hacer
algún movimiento” agregó.
Al tiempo que agregó que “a nivel geográfico es una montaña
como todo el norte, todo el límite con el Líbano es muy montañoso, y al mismo
tiempo mucho territorio del Líbano es mucho más alto que el territorio israelí,
entonces te pueden ver todo el tiempo y por eso hay que tener cuidado”.
“Cada segundo puede caer un misil en el norte, así que te obliga a estar alerta 24/7 y eso hace que no puedas descansar bien, porque estás siempre con un ojo abierto” concluyó su relato.