Durante un acto realizado en su sede, la Fundación Bolsa de Comercio de Bahía Blanca llevó a cabo la entrega número 35 de su programa de donaciones bibliográficas. De tal modo, los libros obsequiados hasta el momento suman un total de 16.804 ejemplares, habiendo sido favorecidas 711 instituciones de nuestra ciudad, la región y la Patagonia.
Encabezaron el acto el presidente de la Fundación, Oscar Marbella, y el vicepresidente, Carlos Arecco, y fueron acompañados de los principales representantes de las instituciones beneficiadas.
Las entidades que recibieron material bibliográfico de su interés fueron las siguientes: Jardín de Infantes Colorín Colorado; Biblioteca Popular Germán García; Escuela Primaria 40 de Coronel
Pringles; Asociación Sembrando Sueños en la Bahía; Biblioteca Central de la Universidad Nacional del Sur; Biblioteca de la Universidad Tecnológica Nacional; Biblioteca Héroes de Malvinas;Biblioteca Bernardino Rivadavia; Departamentos de Derecho, de Economía y de Ciencias de la Administración de la UNS; Nido, Centro de Asistencia a las Víctimas de la Violencia Familiar y Escuela Especial Stella Maris de Puerto Belgrano.
“Con estas donaciones –dijo Marbella– estamos haciendo un aporte modesto a la valiosísima labor que ustedes cumplen en los diversos sectores de la comunidad”.
Agregó, además, que las instituciones que recibieron los libros a lo largo de las 35 ediciones “bregan cada hora, cada día, por estimular a adultos, a jóvenes y a niños a adquirir el hábito de la lectura como un acompañante insustituible que ayuda a conformar la personalidad y a acrecentar los conocimientos que todo individuo necesita para desempeñarse en los desafiantes tiempos que estamos viviendo”.
Asimismo, Marbella recordó que este año se cumplieron 100 años desde que el presidente
Marcelo T. de Alvear instituyera el 15 de junio como el Día del Libro en la Argentina.
Concluyó señalando que “la llegada de revolucionarios sistemas tecnológicos ha introducido un jugador novedoso y admirable en nuestros días. Bienvenidos. Pero ello no debe impedir que sigamos recurriendo a las páginas de un libro, sea técnico, analítico de la política, la economía o la cultura, o contenga simplemente una pequeña historia real o imaginaria”