Una investigación llevada adelante por BHInfo comprobó que
el psiquiátrico clandestino ubicado en calle Castelli 462 sigue abierto.
La redacción pudo registrar que dentro del inmueble sigue
habiendo pacientes, pese a que todo saliera a la luz el 31 de julio, cuando uno
de los internados se escapó hasta la Comisaría Segunda y denunció golpes y
malos tratos.
Esta situación derivo en el accionar judicial, e incluso a
los pocos días otra residencia de la misma dueña, Liliana Amicelli, ubicada en
calle Tres Lomas, padeció la muerte de dos adultos mayores lo que llevó acerrar aquel lugar.
En la tarde del lunes este medio al hacer un trabajo de
campo constató que sin embargo el psiquiátrico sigue adelante como si nada
hubiese pasado.
Poco después de las 16, y tras tocar timbre por ver todo
cerrado, un hombre abrió y muy amablemente indicó que ahí no había ninguna
residencia, sino que era un par de metros en sentido descendente de la
numeración.
Tan burda fue la mentira que al pasar solo 10 minutos los
empleados del lugar abrieron los cerramientos metálicos para que los internados
vean un poco de luz mientras merendaban y desde la calle se pudo apreciar el
horror.
Gente sin atención, con dificultades de movilidad y librada
a su suerte estaba en un improvisado comedor, sin nadie que los supervise o asista.
Durante más de 20 minutos BHInfo se quedó fuera observando
con consternación esa terrible escena, a plena luz del día y en una muestra
cabal que todo el sistema, más allá de haberse pateado la pelota, falló en
pleno y poco le importó.
Tristemente, la conjugación, a la luz de los hechos va de
pasado a presente: poco les importa.
Recabando testimonios de la cuadra, más de un vecino en off confirmó que tras la visita policial y judicial a fines de julio, mantuvieron todo cerrado por algunos días esperando que dejen de ser noticia, y luego sí, volvieron a trabajar con total normalidad.