Al igual que los humanos, existen varias personalidades que definen a estos animales. Podemos
definir un total de cinco tipos:
Frívolo: es el gato más asustadizo, el típico que sale disparado del sofá al ver que llegan invitados a casa. Se caracteriza por ser muy nervioso.
Extrovertido: es
el llamado gato curioso. Les encanta establecer relaciones con su alrededor.
Juegan con sus juguetes y liberan mucha energía, ¡cuidado con su aburrimiento,
porque pueden destrozar muebles! Además, les encanta estar en el jardín y en la
calle, por lo que es crucial llevar controles de desparasitación para evitar
que contagien a tu familia.
Espontáneo: se
caracteriza por reaccionar ante distintas situaciones de manera diferente.
Puede llegar a ser ansioso o todo lo contrario, según el día.
Amistoso: es
cariñoso, duerme contigo y disfruta estando en tu espacio personal.
¿Cómo entender el
carácter de los gatos?
No es sencillo
comprenderlos. Debes analizar sus movimientos pero, sobre todo, su ronroneo. Este puede ayudar a
transmitir más de 60 mensajes
diferentes con cada uno de sus matices.
Si, por ejemplo, notas que tu gato te lame el pelo o la cara, significa que intenta asearte.
Es un comportamiento positivo. O,
incluso, si observas que tu gato frota
su cabeza en vos, significa que está expresando
su cariño.
Por otro lado, si tu
gato muerde el césped o plantas, indica que está intentando “limpiar” su sistema digestivo. En estos casos, es
importante realizar una doble desparasitación interna y externa (siempre con la
supervisión del veterinario).
Por último, destacar que
los comportamientos de gatos enfadados se manifiestan en orejas tensas, bigotes
rígidos, mirada penetrante, cola rígida y recta. Este comportamiento puede
ir acompañado del silencio o de un gruñido por parte de tu felino.