Con un cierre de partido escandaloso y con el
protagonismo del VAR, Boca apenas pudo rescatar un empate en su visita
a Huracán, por la fecha 24 de la Liga Profesional, en un duelo que estuvo más
marcado por las agresiones desde la tribuna y las tensiones dentro del campo de
juego que por el buen fútbol. Así, el “Globo” perdió la oportunidad de
superar transitoriamente a Vélez en la tabla de posiciones, mientras que el “Xeneize”
se mantiene expectante en la pelea por meterse en la próxima Copa Libertadores.
Nadie hubiese imaginado el flojo partido que
se terminó dando en el Ducó después
de lo que fue el inicio del mismo. Es que, antes del minuto de juego, un
potente remate de Kevin Zenón amenazó con colarse cerca del palo izquierdo de
Hernán Galíndez. Sin embargo, esa situación fue prácticamente
la única que tuvo el Boca alternativo que paró Fernando Gago en Parque Patricios. De hecho, el
primer tiempo se vio marcado más por lo que fueron las agresiones de
los hinchas del “Globo” al banco de suplentes del “Xeneize”, con Gary Medel
involucrado en el tumulto y un
Marcos Rojo al que le tiraron una bolsa llena de agua en la cara.
El trámite del resto del primer tiempo fue
mediocre, sin chances de gol y con más discusiones que buen
juego. Así, la esperanza de una mejoría en el segundo tiempo se mantuvo
latente, pero tampoco tuvo respuestas. Es que, a pesar de un
temprano cabezazo de Rodrigo
Echeverría que detuvo “Chiquito” Romero, las emociones no abundaron en el Ducó. Sin embargo, el cierre del
partido todavía tenía tiempo para las polémicas.
Un pique al vacío de Walter Mazzanti terminó
con el “
Los minutos pasaron hasta que desde
el VAR invitaron a Mastrángelo a revisar la jugada, algo que hizo y,
finalmente, decidió revertir su cobro inicial y anular el penal en
favor de Huracán. Allí, la bronca giró y se hizo presente en los locales,
que estaban en llamas con el árbitro.
Para colmo, el juez terminó el partido de manera sorpresiva y evitó que
el equipo de Frank Kudelka cuente con una última jugada a favor, algo que
empeoró los ánimos.
De todas maneras, lo futbolístico había llegado a su fin y el 0-0 quedó decretado, un empate que no le sirvió a ninguno de los dos. Es que Huracán perdió la chance de superar transitoriamente a Vélez y meterle presión en la lucha por la Liga Profesional, mientras que Boca no pudo sumar puntos vitales en su afán por clasificar a la próxima Libertadores. Esto, sumado al flojo rendimiento del equipo alternativo -y de los titulares que ingresaron en el complemento-, seguramente dejó un sabor amargo en Gago.