El reciente anuncio del gobierno nacional sobre el arancelamiento del servicio de salud y de educación universitaria para los estudiantes extranjeros no residentes tomó por sorpresa a las autoridades de ambas áreas.
En el ámbito académico, hay escepticismo con relación a la propuesta de reforma del régimen migratorio que comunicó el vocero presidencial. Diferente es la situación en el ministerio que conduce Mario Lugones: se trata de una iniciativa que surgió en el contexto de las medidas ya implementadas por las provincias de Salta, Santa Cruz, Mendoza y, más recientemente, Jujuy, que comenzaron a cobrar por la atención médica a ciudadanos de otros países que no residen en Argentina.
Con relación a las universidades nacionales, Adorni señaló
que podrán cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros, con el fin de
generar una fuente de financiamiento para las casas de estudio. Aunque el
vocero se refirió especialmente a las carreras de Medicina, donde un 30% de los
estudiantes son extranjeros en algunas universidades, los datos oficiales
revelan que los estudiantes internacionales representan solo el 4,3% de la
matrícula total en las universidades públicas, y alrededor del 3,9% en las
carreras de grado.
El otro punto de la reforma migratoria avanzará en el cobro de servicios de salud a extranjeros no residentes en el país en los hospitales, en sintonía con la medida que ya aplican provincias como Salta, Santa Cruz, Mendoza y Jujuy.
De acuerdo al anuncio formal, las autoridades sanitarias nacionales, provinciales y municipales serán las encargadas de establecer las condiciones de acceso al sistema de salud. Según se informó, la experiencia de Salta podría servir como modelo para la implementación de estas nuevas medidas a nivel nacional.