A medida que se acerca fin de año, es común que entre las
festividades y el ajetreo surjan momentos de estrés o distracción.
Este período, lleno de emociones y cambios en la rutina,
puede tener un impacto particular en los adultos mayores, especialmente en
aquellos que enfrentan dificultades en la memoria o deterioro cognitivo.
“Durante esta época del año, los olvidos pueden hacerse más
evidentes: una cita olvidada, el nombre de un nieto que no aparece con
facilidad o un momento de confusión durante una conversación familiar. Aunque
estas situaciones puedan parecer aisladas, es importante prestarles atención
sin alarmarse. Reflexionar sobre estos episodios con empatía y paciencia puede
ayudarnos a brindar el apoyo necesario a nuestros seres queridos”, sostiene
Clara Fernández Garay, licenciada en Psicología y miembro del departamento de
Neuropsicología de INECO.
Uno de los aspectos fundamentales para apoyar a los adultos
mayores es la forma en que se comunica la información. En el estrés del día a
día, se suelen transmitir datos rápidamente y sin corroborar que hayan sido
procesados correctamente. Por ejemplo, al explicar con quiénes se celebrarán
las fiestas o dónde será el encuentro, es esencial:
Hablar de frente, estableciendo contacto visual.
Repetir la información con calma y claridad, evitando
sobrecargar con demasiados detalles a la vez.
Asegurarse de que la persona haya comprendido lo que se
dijo, dejando espacio para preguntas o comentarios.
Estos pasos no solo facilitan la comprensión, sino que
también reducen la ansiedad que pueden sentir ante cambios o situaciones
nuevas. Es importante recordar que las fallas de memoria suelen ser más
difíciles para quienes las viven, y es responsabilidad de cada uno acompañar
con paciencia y empatía.