Se estima que cerca del 40% de la población duerme mal,
según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque a menudo se subestima, el sueño es una pieza clave
para el equilibrio del organismo, ya que dormir mal no solo interfiere con el
descanso, sino que desestabiliza el cuerpo y abre la puerta a numerosas
enfermedades.
La calidad del sueño es esencial para el bienestar físico y
emocional, y mejorarla no es un lujo, sino una necesidad. A través de
estrategias respaldadas por la ciencia, es posible recuperar el descanso
reparador que el cuerpo y la mente necesitan para mantenerse salud.
La Fundación Nacional
del Sueño de Estados Unidos enumera 6 pasos clave para un sueño reparador:
Mantener horarios constantes para las comidas
Hacer ejercicio, al menos 30 minutos diarios 5 días a la
semana
Evitar la nicotina, cafeína, alcohol o comidas pesadas antes
de acostarse
Pasar tiempo bajo la luz solar de la mañana
Establecer una rutina antes de dormir y descansar las horas
recomendadas según la edad
Preparar un ambiente adecuado para el descanso, sin
dispositivos electrónicos