Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista
British Journal of Sports Medicine ha arrojado luz sobre una estrategia
sencilla, pero altamente efectiva, para mejorar la salud cardiovascular.
Según la investigación liderada por Emmanuel Stamatakis,
profesor de Actividad Física, Estilo de Vida y Salud de la Población en la
Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Sídney, unos pocos minutos
diarios de actividad física vigorosa incidental, repartidos en pequeñas
ráfagas, pueden tener un impacto en la reducción del riesgo de enfermedades
cardiovasculares graves, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e
insuficiencia cardíaca.
La investigación se centró en más de 22.000 personas, de
entre 40 y 69 años, que no realizaban ejercicio formal en su tiempo libre. Los
participantes utilizaron dispositivos de seguimiento de actividad durante una
semana, lo que permitió a los investigadores medir los episodios de actividad
vigorosa no planificada en su vida cotidiana.
Este tipo de actividad, conocida como “vigorous intermittent
lifestyle physical activity” (VILPA), incluye acciones breves e intensas como
subir escaleras rápidamente, caminar a paso acelerado o realizar tareas
domésticas a alta velocidad.
Los resultados de la investigación, que monitoreó la salud
cardiovascular de los participantes durante un promedio de ocho años,
evidenciaron una relación directa entre estos episodios de actividad y una
reducción drástica en el riesgo de sufrir problemas cardíacos.
El hallazgo más destacado del estudio fue que las mujeres
que realizaron un promedio de 3,4 minutos diarios de VILPA redujeron en un 45%
su probabilidad de padecer eventos cardiovasculares mayores, como infartos o
insuficiencia cardíaca, en comparación con aquellas que no realizaron ningún
tipo de ejercicio vigoroso.