Por María Luisa
Santillán, Ciencia UNAM-DGDC
Existen personas o familias enteras que gustan de la compañía de los perros, los cuidan y los protegen porque también forman parte de su familia. En la actualidad, incluso, han surgido distintas asociaciones sociales encargadas de la protección y de brindar métodos de adopción para los canes que viven en la calle o que han sido abandonados.
Entre los principales problemas que surgen por una falta de responsabilidad de algunos dueños es que sacan a sus perros a defecar a la calle y no recogen sus heces; existe una amplia población de perros callejeros que también defecan al aire libre. Este material fecal se queda en las calles, ocasionando problemas ambientales y de salud, tanto para las personas como para otros animales.
El doctor Alberto Tejeda Perea, de la Facultad de Medicina,
Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, destacó que “el concepto de tenencia responsable no es precisamente lo que más
prevalezca, por lo menos para nuestro país. ¿Qué implica ser un dueño
responsable? Que si tengo un animal de
compañía, tendría que estar al pendiente de todas sus necesidades, por un
lado, pero también de los problemas que pudiera generar y uno es la producción
de heces. Un dueño comprometido tratará que ese problema no ocurra, ni siquiera
en la calle o cerca al lugar en donde esté al animal”.
De acuerdo con una clasificación de cercanía con los humanos, existen
los perros restringidos, que se encuentran limitados a un espacio y a un
propietario; además están los semi restringidos, que sí podrían tener un dueño,
pero no habitan solo un espacio, sino que los dejan salir a la calle. Y
finalmente se encuentran los ferales, que son animales que pueden cazar o vivir
gracias a los tiraderos de basura sin tener contacto directo con humanos.
Existen alimentos
comerciales que reducen la cantidad de excremento, sin embargo, los
alimentos comerciales de menor calidad o inclusive la comida casera normal
incrementa la cantidad de heces y la consistencia de éstas.
Estos perros, sin un
control de nutrición, probablemente van a realizar una gran cantidad de heces
y si no hay un propietario que se encargue de retirarlas de la vía pública, se
irán acumulando, porque en México, a diferencia de otros lugares como en
Francia, no existe un servicio de limpia de excremento de perros, explica el
investigador integrante del Laboratorio de Etología y Fauna Silvestre.