Cuando se habla de frutas ricas en nutrientes, el pomelo se
posiciona como una de las más completas. Este cítrico, es reconocido por su
sabor agridulce y su bajo aporte calórico. Aunque no es el más popular debido a
su amargor, sus beneficios lo convierten en un aliado indiscutible para quienes
buscan mejorar su salud.
Desde fortalecer el sistema cardiovascular hasta su
capacidad antioxidante, el pomelo ofrece un amplio espectro de bondades que
respaldan su inclusión en una dieta equilibrada.
Pero no todo son halagos. En la cultura popular, esta fruta
ha estado rodeada de mitos, como su supuesta capacidad “mágica” para quemar
grasa. Sin embargo, investigaciones recientes han aclarado que su poder radica
más en su capacidad para favorecer patrones de alimentación saludables y no en
propiedades milagrosas.
Más allá de los mitos, su composición rica en vitamina C,
flavonoides, potasio y fibra respalda su prestigio en la comunidad científica.
Consumir pomelo no solo ayuda a prevenir enfermedades
crónicas, sino que también mejora procesos fundamentales como la digestión y el
metabolismo. A continuación, exploraremos los principales beneficios del pomelo
y las formas óptimas de incluirlo en la dieta.
El pomelo se distingue por ser una fuente significativa de
vitamina C, un antioxidante que protege las células del daño de los radicales
libres, fortaleciendo así el sistema inmunológico y contribuyendo a la
reparación de tejidos.
Además, su contenido de flavonoides ha demostrado ser eficaz
en la prevención de enfermedades cardiovasculares, como accidentes
cerebrovasculares y arterioesclerosis. Según estudios, estos compuestos mejoran
la circulación y reducen los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos.
Por otro lado, esta fruta es un aliado para el sistema
digestivo. La fibra soluble presente en las membranas del pomelo ayuda a
regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y mantener la salud
del microbioma intestinal.
Esta fibra también actúa como un prebiótico, estimulando el
crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, según expertos citados
por la American Heart Association.