Los Guerreros festejaron ante Quilmes como local por 95-78.
En una nueva jornada de la Liga Argentina de Básquet, fue el tricolor el que entró a jugar con otra intensidad y fluidez, en
comparación a como lo venía haciendo. Hizo foco en el aspecto defensivo, en
contener al extranjero Brown y Lugli. Adelante, Alem estuvo afilado desde tres
y Pennacchiotti fue el amo en la pintura, cerrando el primer cuarto 24-19.
El segundo periodo fue más entrecortado, Villa Mitre
aprovechó cada uno de los viajes a la línea (9-9) y logró la máxima de +12
(31-19). Así, el tricolor mostró una versión muy mejorada, envalentonado por el
aliento de su gente.
Pero, en frente estaba Quilmes, un rival de riesgo y
jerarquía. No se la iba a dejar tan fácil. Le sacó jugo al segundo equipo que
plantó Ferrero en cancha y con Dominé a distancia y Brown en la pintura, el
visitante reaccionó y pasó al frente 33-34.
A la vuelta del descanso largo, el tricolor recargó energías
y volvió a sus fuentes. Siguió efectivo de larga distancia y en ataque encontró
gol en varias manos con Paz, Alem y Pennacchiotti. Aunque, lo visto en cancha
no se vio reflejado en el tablero, porque Villa Mitre entró al último cuarto
solo seis puntos arriba.
Esa incertidumbre en el resultado se borró rápido. El
interno bahiense siguió en modo encendido y al mismo tiempo, Paz fue un gran compañero
en ataque, para terminar una noche festiva. Como agua en el desierto necesitaba
la victoria Villa Mitre y en la noche de hoy lo hizo con autoridad.
La figura excluyente del encuentro fue el interno
Pennacchiotti. Enorme lo hecho por Franco completando una planilla de 34 puntos
(10/17 t2, 1/1 t3 y 11/12 t1), 18 rebebotes, 4 asistencias y 58 de valoración.
Lo secundaron Ezequiel Paz y Nacho Alem, con 21 y 15 unidades respectivamente.
De la Fuente fue el goleador del visitante con 20 tantos, acompañado por Brown
(18).