Pese a que año tras año los bahienses hemos perdido llegada
a nuestra propia ría, la misma sigue ahí, esperándonos, y si bien a través de
la tecnología uno puede tener un acercamiento acerca del estuario, solo los que
lo navegan a diario tienen real dimensión de qué se trata.
Es por esto que en BHInfo dialogamos con pescadores y guías
que tienen a la ría bahiense como elemento de sustento económico, y conocen
cada uno de sus rincones, los cuales nos aclararon, son muchísimos.
“La ría es grandísima, tiene miles de canales; principal, secundarios,
canales terciarios… hay canales que constantemente tienen agua, que vendría a
ser el canal principal, por donde entran los barcos, después que tenés canales
secundarios, que esos canales normalmente por ahí por más que baje la marea
siempre van a tener agua, y después tenés canales terciarios que cuando baja la
marea queda barro. Ya por ahí no podés ingresar, no podés pasar ni nada. Pero
te digo que sí, es algo grande lo que es el estuario de Bahía” explicaron a
modo de introducción.
Sumando que “cuando baja y sube la marea, normalmente la
corriente es la misma. A medida que va bajando, se van vaciando primero los
canales terciarios, después los secundarios… a la mayoría les queda agua, no
muy profunda, pero les queda. Y después tenés el canal principal, que ese tiene
lugares de más de 20, 25 metros de profundidad, que es el calado”.
Para tomar dimensión del trayecto que tan solo tiene esa
autopista marítima, uno de los expertos puntualizo que “desde Cerri hasta Punta
Tejada, pasando Punta Alta, es todo el canal principal donde entran los barcos.
Una vez que llegas a Punta Tejada ya ahí te encontrás con mar abierto, ya ahí podes
salir a mar abierto y ahí sí que el mar no te va a devolver nunca, a no ser que
algún barco de altura, los que están pescando a millas y millas puedan llegar a
ver algo que flota y lo encuentren”.
En otro pasaje de la charla, y pensando en el desenlace que
pudieron tener las hermanas Hecker, uno de los pescadores sostuvo que “es un
poco mito y a la vez es un poco realidad que muchas veces el mar devuelve lo
que se lleva”.
Y argumentando esto expuso que “por ahí cuando baja la marea
puede llegar a quedar varado sobre las gorillas algo que salió de la costa. Por
ahí algún pescador artesanal lo puede llegar a sacar con las redes. La mayoría
de las veces sí”.
Completando que “en este caso puntual estamos hablando de
dos criaturas que son chicas, que al flotar pueden viajar a una velocidad mucho
más rápido que si fuera una persona adulta. Si se encuentran dentro del
estuario de Bahía, en algún momento se puede llegar a encontrar lo que el mar
se lleva”.
Por último, y sobre si nos encontramos en meses de mareas pronunciadas como ocurre en otros puntos del país, los especialistas refirieron que “las mareas van según los meses, por ahí pueden llegar a ir cambiando, pero normalmente acá no tenemos muchos cambios de marea. Puede haber sudestadas pero no es tampoco que te va a variar. Sí te varía muchísimo acá el tema de la temperatura del agua”.