Por Pablo Romera (@pabloromera)
A nadie le gusta perder. Sólo cuando pasan algunas horas después de una derrota y la cabeza baja algunas revoluciones, se puede evaluar un resultado deportivo. Calentura, enojo, decepción, amargura, tristeza, todas cosas que deben estar pasando para cada uno de los integrantes de Los Pumas 7s. Es que el equipo tenía la ilusión de ganar una medalla, tal vez de oro o de plata para mejorar lo realizado en Tokio 2020. No alcanzó.
Más allá de la bronca, el bahiense y capitán, Santiago Álvarez Fourcade, tuvo su hinchada propia durante los 4 partidos. Un grupo de amigos de Bahía Blanca viajó hasta Paris para hacerle el aguante al jugador surgido en Sociedad Sportiva.
“La idea surgió después de los dos Juegos Olímpicos de Brasil y de Tokio, el primero por edad no pudimos organizarnos para ir, el segundo por la pandemia era imposible y la verdad que siempre queríamos ir a un circuito o un juego olímpico todos juntos para poder verlo jugar. Somos todos de Bahía, entre 15 y 20 porque van llegando algunos un poco más tarde y se van sumando al viaje cuando pueden”, cuenta Tomás Inchausti, uno de los viajeros.
Seguramente, Santi podrá pasar estos días con sus amigos y hacer que el mal trago no sea tan amargo. “Santi para nosotros es un un orgullo, la verdad que es un ejemplo también de inspiración, de dedicación, de compromiso, de respeto, tanto como amigo como profesional”, expresan sus incondicionales.
“Creo que también lo vamos a terminar de dimensionar con el tiempo y a medida que pasen las semanas, capaz nosotros tomamos natural de tener un amigo que sea capitán de un equipo que representa al país y verlo seguido jugar esta clase de torneos. Estoy seguro que con el tiempo también vamos a ir cayendo de lo que significa todo esto y lo bueno que estuvo”, relata otro de sus amigos.
La hinchada argentina siempre se caracteriza por ser muy fiel, seguidora y fundamental a la hora de apoyar a nuestros equipos, sea en la disciplina que sea. “Levantar la bandera de Argentina en otro país y en un Juego Olímpico, es algo único, todavía no terminamos de caer. Lo hablábamos ayer cuando entrábamos a la cancha, porque es realmente tremendo. Es un orgullo enorme que, además de llevar la bandera de Argentina acá en Paris, estar todos juntos, es una alegría enorme y orgullo también.”