Si tienes un gato, es
muy probable que, mientras estés leyendo esto, tu amigo felino esté durmiendo.
Los gatos duermen mucho. De hecho, se
pasan más de la mitad del día durmiendo. De media, un gato duerme unas 15
horas al día, aunque a medida que se hacen mayores, esa media puede llegar
hasta las 20 horas.
Los gatos han desarrollado la capacidad de dormir durante largos periodos de tiempo para ahorrar energía para cazar, perseguir y matar a su presa. Los gatos son depredadores naturales y su presa es rápida y escurridiza. Ser sigiloso y preciso en su salto es clave para satisfacer sus necesidades dietéticas, pero también precisa de un gran gasto energético.
"La caza
requiere energía y [luego] agregas el factor de estrés de que los gatos son
tanto depredadores como presas", explica la experta en comportamiento
felino Pam Johnson-Bennett en Hills Pet. "Necesitan
dormir para conservar energía y recargar para la próxima cacería".
Además, los gatos son
depredadores crepusculares, esto es, se activan en el crepúsculo (entre el
anochecer y el amanecer) cuando sus presas también están activas. Por ello, es normal que pase gran parte de la
mañana y la tarde durmiendo, mientras que están activos a primera hora de la
mañana y a última hora de la tarde.
Ahora bien, te preguntarás por qué lo hace también tu gato
si no es salvaje y recibe su comida todos los días a la misma hora y
religiosamente. En pocas palabras, los gatos conservan ese comportamiento y
está en su naturaleza. “Todavía están
programados en nuestros gatos aunque les sirvamos la cena y solo cacen una
cuchara o un ratón de vez en cuando”, explicó la veterinaria Ann Hohenhaus
a Insider.