El descenso de la temperatura y los vientos afectan a nuestras mascotas. En invierno, las orejas de tu perro se convierten en una de las partes más sensibles de su cuerpo, por su delgada piel, y tenés que estar atento para cuidarlas adecuadamente.
Las orejas de los
perros, específicamente de las de razas con orejas largas y caídas, al estar
expuestas al frío corren riesgo de
congelación y otros problemas que pueden provocar daños permanentes. Por
eso, prestarle atención a las señales que presenta tu compañero peludo, los
accesorios y el tiempo de sus paseos son
claves para proteger sus orejas.
También el uso de bálsamos y cremas protectoras
puede ser beneficioso para cuidar las orejas de tu perro. Estos productos
actúan como una barrera contra el frío y el viento, y logran mantener la piel
de las orejas hidratada.