El reconocido guitarrista y compositor Sebastián Zambrana presentará un exclusivo concierto el próximo sábado 5 de octubre, en Kánika, Espacio de Arte, a partir de las 21hs.
Acompañado por Facundo Curcio en bajo y Edi Vallarino en batería, Zambrana lidera un trío de amigos y colegas que llevan más de 20 años juntos en diversas formaciones. Este concierto promete una fusión única de géneros que abarca desde el folklore y la milonga hasta el tango y el jazz, con composiciones originales de Zambrana. Antes de llegar a la ciudad, Sebastián conversó con Rubén García en FM "Me Gusta":
"Estamos empezando a hacer algo muy raro porque es la primera vez que vamos a tratar de tocar en la mayor cantidad de ciudades de la provincia de Buenos Aires y empezamos en Bahía, vamos a Generar La Madrid, y después vamos a ir a Mar de Plata, Dolores, Tres Arroyos, y así en un montón de lugares que no se me habían ocurrido, esto empezó con una idea así en la cabeza y como todo, las cosas se van haciendo".
Sebastián nos cuenta como es la propuesta que trae a la ciudad con su trío: "La protagonista es la música para nosotros nuestra guía, nuestra historia es la música, no es es una gira ni un repertorio que está basado en una necesidad como productores, no es que hace falta un producto que se parezca a tal cosa y entonces estamos produciendo tal cosa como dicen los productores. Esto es música que surge y somos músicos que tocamos juntos. Con algunos hace más de 27 años, con el baterista y con el bajista 20 años, en diferentes formaciones como diferentes cosas. Tal vez la sonoridad de este trío tiene que ver con el jazz, a la gente que le guste un poco al rock un poco también, por la sonoridad, va por el lado de lo progresivo".
"En mi casa de chico había un Winco donde se ponía música, y todas las semanas mi papá compraba un par de discos y era una fiesta. Tenía cosas de jazz, se escuchaban óperas, pero también se escuchaba "El lado oscuro de la luna" de Pink Floyd. Se escuchaban canciones francesas que le gustaban a mi mamá, en casa había un piano".
Sebastián también es docente y nos cuenta que tan especial es esa actividad para él: "Yo empecé a dar clases más chico, más joven y ahora soy más grande, y va cambiando completamente porque cambian las relaciones con la gente. Ayer tuvimos audición en el Conservatorio, el respeto que uno siente con los chicos y con los grandes, se puede ver como todo cambia cuando hay respeto, uno termina de conocer a la gente, entonces el respeto es una ejercicio hacia el otro, porque el otro va a buscar aprender música y uno va a tratar tratar de enseñar, entonces esa búsqueda hace ahondar ahí en lo que uno supone que puede ser la llave para entrar al conocimiento, a facilitar.
Es un ejercicio lindo para crecer como persona también para hacer la menor cantidad de macanas posible, eso es lo gratificante, eso es lindo. Ahora estoy como en un momento donde se siente más todavía, por más que soy grande y tengo ya varias décadas dando clases".