Esta mañana BHInfo publicó una noticia desgarradora para los amantes de los animales: es que anoche, poco después de las 21, un vecino llamó al 911 y denunció a otro por haber tirado a la basura a siete cachorros recién nacidos. Fuentes policiales informaron que todo sucedió fuera de un domicilio ubicado en Carriego al 2.400 y, al comprobar la veracidad del testimonio, se detuvo a Martín Mezquita, de 50 años. Los perritos estaban en una bolsa de residuos colocada en un canasto, esperando que pase el camión y se los lleve.
Al respecto, la rescatista Graciela Elosegui,
quien se hizo cargo de los cachorritos y su mamá, dialogó con nuestra redacción
y nos contó cómo se enteró de este hecho tan cruel: “Anoche se comunicaron
conmigo desde la comisaría (la Séptima), porque ya me conocen y saben que soy
rescatista, y me comentaron lo que había pasado. Me mandaron un video en
donde se veía cómo abrían una bolsa y estaban los cachorritos. Enseguida
empecé a pedir tránsito e hice una publicación en las redes sociales. Tengo
una página que se llama ‘Yo amo animales
Bahía Blanca’ y ahí expliqué la situación”, relató la mujer.
“Después me enteré que el dueño de la
madre de los cachorros había sido aprehendido y obviamente alguien se tenía que
hacer cargo de ellos y de la perra. Hablé con los vecinos, les pedí por
favor si al menos por una noche se les podía dar un lugar y uno de ellos
preparó un galponcito”, contó
Elosegui.
“Estas cosas me indignan mucho y se tienen
que dar a conocer. Pareciera que a algunos les resulta fácil deshacerse de un animal, es difícil de
creer, pero tenemos de todo en esta
bendita sociedad. Por suerte también hay mucha gente buena, que ayuda y está
al lado nuestro”, continuó la rescatista.
En ese sentido, Graciela dio detalles sobre cómo
están los animales: “Ya estuve en la veterinaria, poniéndome en conocimiento
de la situación para poder desparasitar a los perritos, que eso se hace a los
15 días a partir de la fecha de nacimiento. También hay que desparasitar a
la perra a los 21 días que tuvo a los bebés y a su vez hacer
el seguimiento de todos ellos”.
“La prioridad ahora es que la perra esté
tranquila. Por eso la voy a llevar a una guardería junto a los cachorros,
me voy a hacer cargo de los gastos y, mientras tanto, voy a ir conversando con
las personas que se ofrecieron como tránsito. Cada rescatado es un hijo para mí y mi responsabilidad es corroborar que estén bien, que crezcan bien y
después darlos en adopción”, completó Graciela Elosegui.