La hidratación es esencial para el funcionamiento óptimo del
cuerpo humano. Durante décadas, la recomendación general de beber ocho vasos de
agua al día ha sido considerada un estándar de salud, pero un reciente estudio
publicado en JAMA Network Open sugiere que consumir aún más agua podría ofrecer
beneficios adicionales significativos.
Este análisis sistemático de investigaciones anteriores
realizado por investigadores de la Universidad de California, en San Francisco,
refuerza la idea de que aumentar la ingesta de agua podría ser una intervención
simple y de bajo costo para mejorar diversos aspectos de la salud.
Beber agua no solo mantiene el cuerpo hidratado, sino que
también está relacionado con una serie de beneficios clínicos.
Según el estudio revisado, los efectos positivos más
destacados incluyen:
Pérdida de peso: incrementar el consumo de agua,
especialmente antes de las comidas, puede ser una herramienta efectiva para
perder peso.
Prevención de cálculos renales: consumir ocho vasos diarios
reduce notablemente la probabilidad de desarrollar nuevos cálculos renales.
Reducción de migrañas: los adultos con dolores de cabeza
recurrentes mostraron mejoras tras aumentar su ingesta de agua durante tres
meses.
Prevención de infecciones urinarias: beber seis vasos
adicionales al día disminuyó la frecuencia y gravedad de estas infecciones en
mujeres con historial recurrente.
Control de la diabetes y la presión arterial: pacientes
diabéticos y adultos jóvenes con presión arterial baja experimentaron mejoras al
incrementar su consumo de agua.