Durante el verano, bañar a un perro se convierte en una
práctica importante para mantener su higiene y comodidad. Las altas
temperaturas pueden hacer que los animales acumulen suciedad y humedad en su
pelaje, lo que puede generar mal olor o irritaciones en la piel.
Además, el baño no solo ayuda a mantenerlo limpio, sino que
también puede ser una forma efectiva de refrescarlo y aliviar el calor
excesivo. También es importante utilizar productos adecuados para su tipo de
pelaje y evitar el agua demasiado fría o caliente.
Con estos cuidados, un baño en verano no solo mejorará el
bienestar del perro, sino que también ayudará a prevenir problemas de piel y a
mantenerlo fresco durante la temporada calurosa.
La frecuencia con la que se debe bañar a un perro depende de
factores como su tipo de pelaje, estilo de vida y necesidades específicas,
según los expertos del American Kennel Club. Por ejemplo, las razas sin pelo,
como el Xoloitzcuintli, necesitan baños semanales debido a la delicadeza de su
piel.