Cuando las mascotas
entran en el período llamado “celo”, nos hacemos muchas preguntas: ¿qué
es?, ¿cómo me doy cuenta?, ¿es igual en perros y gatos?, ¿Qué hay que hacer?,
¿nuestras mascotas sufren?
El veterinario César Gatti habló al respecto sobre ese período que atraviesan las mascotas y brindó algunos consejos para tener en cuenta.
“Es un periodo que forma
parte de su reproducción, donde pasa diez días que tiene pérdida de
sangre”, explica Gatti. Y es que durante ese lapso de tiempo, las hembras están receptivas a la monta
por parte de un macho. El veterinario, explicó que es distinto en perros que en gatos.
Según el especialista el
primero que tienen es entre el mes
seis y el mes doce de nacimiento, aunque no es exacto. “Pero a partir del segundo, sí. Por ejemplo,
entró en celo en el mes de septiembre, a los seis meses va a entrar en celo de
forma constante. Eso en la mayoría de las razas”, explicó.
En ese sentido, dijo que hay razas como el bóxer, como el beagle, que entran en celo y después entran al año, año y medio, porque no son
constantes. Esto no quiere decir que nuestras mascotas tenga un problema, sino
que es una situación que le ocurre a la raza.
En el celo, la perra
atraviesa diez días de pérdida de sangre y, según manifestó el veterinario,
“hay mucha gente se equivoca al lleva al macho y la perra no quiere saber nada
porque no está receptiva. Recién va a
estar receptiva desde el día 11 al día 15”.
En ese sentido, el profesional aclaró que son “esos
cinco días en los que las personas que quieran que su mascota quede preñada.
Los espermatozoides duran 48 horas más o menos. Aunque con una vez está bien,
si quieren reforzar puede ser dos veces”.
En época de celo, ¿experimentan el dolor?
“Las perras no pueden
pasar dolor, pero pueden pasar dos cosas: una es que esté histérica la perra, muy nerviosa, hiperactiva, gruñona.
Y la otra es que esté con poco apetito, que esté muy tirada, que no tenga
ganas de nada, tiene fiebre, está más dormida”, explicó el veterinario.
De esta manera comentó que el animal va a los dos extremos: o está nerviosa o estar tranquila, pero
dolor no tienen. Además dijo que es ese momento “no hay que ni bañarla, a lo
sumo la podes limpiar muy poco con un algodón o trapito húmedo con agua tibia,
porque es un momento de baja de defensas de la perra, y si uno las baña le
pueden bajar aún más las defensas y se puede agarrar una enfermedad”.
El celo en gatos
Según explicó César Gatti, las gatas tienen un periodo muy parecido a la coneja, que es que
tienen ovulación espontánea. “Es
decir, en el momento del coito, la gata
y la coneja ovulan, si o si quedan preñadas. Las perras a veces, en muy bajo porcentaje, tienen la posibilidad de no
quedar preñadas, pero en el momento que la gata y la coneja tienen coito,
ovulan”, manifestó.
El problema con las
gatas son las manifestaciones externas. Según el veterinario, con este
animal no se puede ver un sangrado como
en las perras. Las gatas “se ponen muy incordiosas, empiezan a maullar. Muchas veces me han llamado diciendo que los
van a echar del edificio porque sus gatas
lloran durante 10 días, y ese sonido
es bastante lastimoso y fuerte”, expresó sobre este animal.