De acuerdo con los expertos, el adiestramiento de un perro es fundamental para relacionarse con otros de su especie e incluso con humanos, ya que sirve como un mecanismo de socialización y estimulación. Sin embargo, este aprendizaje debe realizarse en un momento específico para lograr que adquieran las habilidades del entrenamiento: las primeras etapas de su vida.
Una investigación de Brian Hare y Vanesa Wooods de la Universidad de Duke destaca la importancia de la estimulación y sociabilización temprana, sugiriendo que, al igual que los niños, los perros también atraviesan periodos críticos en su desarrollo, etapas donde el aprendizaje es más efectivo.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores observaron el progreso de 101 cachorros desde las ocho hasta las 20 semanas, donde analizaron su aprendizaje en un ambiente controlado, como también en hogares familiares. La investigación detalla que el desarrollo de las habilidades en los perros sigue un patrón que empieza en las primeras semanas de vida y agrega que a partir de las ocho semanas los cachorros comienzan a formar su memoria.
A partir de entonces, los
cachorros poseen la capacidad de interpretar gestos humanos, lo que les
sirve de ayuda para encontrar objetos siguiendo las señales de sus dueños. Esta
sería la razón por la cual los cachorros
parecieran ser desobedientes, dado que aún no había aprendido a recordar
órdenes.