La falta de conexión a la red Internet en zonas remotas y rurales, donde la infraestructura de telecomunicaciones es limitada o inexistente, ya sea porque no llegue la fibra óptica o no haya cables, es una de las problemáticas tecnológicas actuales. Con el fin de cubrir esta necesidad, nació Starlink, un servicio satelital desarrollado por SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk.
Se trata de un proyecto que busca proporcionar acceso a Internet en cada rincón del mundo, a través de varias constelaciones de satélites que se encuentran en la órbita baja.
Sin embargo, llegó una nueva tecnología que desafía a Starlink, convirtiéndose en una competencia significativa que podría transformar la conectividad global en el futuro. Alphabet, la empresa matriz de Google, lanzó una conexión a internet basada en tecnología láser: Taara Lightbridge.
Su flexibilidad permite rápida implementación y redistribución de enlaces, revolucionando la transmisión de datos con haces de luz invisibles. Para lo que, utiliza un sistema que emite un haz de luz, del grosor de un lápiz, entre terminales del tamaño de un semáforo.
De esta manera, la iniciativa de Google promete una solución moderna, eficiente y de alta calidad. Esta tecnología ya fue implementada en una vinculación de 5 kilómetros (3,1 millas) sobre el río Congo, conectando, así, las ciudades de Brazzaville y Kinshasa en la República Democrática del Congo.
Mientras que Starlink utiliza satélites para transmitir señales, la tecnología de Google emplea tecnología láser. Cada unidad de Taara Lightbridge está equipada con un sistema de espejos, sensores y óptica de precisión, junto con software inteligente que alinea mecánicamente el haz de luz. Cuando dos haces se encuentran, se forma un enlace seguro que permite la transmisión de datos.