¡Cuídalo de los resfríos!: Cuando empieza el otoño tu perro puede llegar a sufrir del virus de la para
influenza canina porque sus defensas bajan al inhalar aire frío. Pueden
presentar tos seca fuerte, carraspera, y mucosidades, síntomas que deben
preocuparte especialmente si los presentan cachorros, animales mayores o con
patologías. "La recomendación es
vacunar y evitar exponerlos a cambios bruscos de temperatura, o dejarlos
mojados en el frío sin secarlo", comenta el Dr. Paredes. Por otra
parte, algunos gatos, a diferencia de los perros, pueden ser portadores de virus
respiratorios, como por ejemplo: Herpevirus felino o el calicivirus, y en
algunos casos de ambos, los cuales con la baja de defensa se activan provocando
Tos, estornudos, carrasperas, secreción ocular y ulceras orales. Las
vacunaciones ayudan a disminuir la presentación grave de la enfermedad.
Pelos en todas partes: Con la llegada del otoño puede que tu
casa comience a verse "decorada" con el pelo de tu mascota, y es que
en esta época nuestros animales se liberan del pelo de primavera-verano y
comienzan a producir un pelaje más espeso y largo de otoño-invierno. Para
evitar que tu casa se llene de pelos, el experto recomienda adquirir un cepillo
de buena calidad, y preocuparte de cepillar a tu mascota de forma regular para
sacar el pelo de pelecha. "Además,
debes preocuparte de ofrecerle una alimentación equilibrada y de buena calidad,
porque para que tu peludo mantenga su pelaje en óptimas condiciones necesita de
vitaminas, minerales y ácidos grasos" explica el veterinario.
Problemas articulares:
Si tus animales padecen algún problema
articular o de artrosis, debes ponerle mayor atención ahora que comienzan a
bajar las temperaturas. Se pueden ver perjudicados los pacientes senior que
padecen osteoartrosis, y los animales que hayan padecido alguna otra patología
articular o intervención quirúrgica. La recomendación en estos casos es evitar
el frío, los ejercicios bruscos, aplicar calor en las zonas que puedas ver que
le generan molestias o dolor, y seguir un tratamiento antinflamatorio si el
veterinario que lo atiende lo estima conveniente.
Que no suba mucho de
peso: no es poco común que, con la llegada de los días más helados, nuestra
mascota esté menos activa y coma más. Sin embargo, si comienzas a notar que
está subiendo mucho de peso, puedes tomar ciertas medidas para controlarlo.
Sobre esto el veterinario Bryan Paredes recomienda que, "cuando le des su comida debes darle siempre la ración recomendada
para su peso, edad y actividad física, además de elegir la comida adecuada y
que cumpla con todos los requerimientos nutricionales que tu mascota
necesita". También es recomendable dar paseos y jugar, ya que este
tipo de actividades le brindan energía, fortalecen su sistema inmunológico, y
le pueden ayudar a mantener un peso óptimo.