“Claro”, responde
Nicolás Orellana, médico veterinario y académico de la Universidad de las
Américas. “Al igual que en las personas,
las mascotas de la casa también deberían usar bloqueador solar”.
Vanesa Silva, parte
del staff de Clínica Veterinaria Vet’s, comenta que la recomendación es que
los gatos y perros, al igual que los humanos, no se expongan al sol entre las 12 y las 16 horas, que son los
momentos de mayor radiación ultravioleta en el día.
“Como muchas veces esto no es posible, o es poco factible de
lograr —en especial para quienes tienen patio—, una opción muy buena es el uso
de bloqueadores solares para mascotas”, comenta. La mayoría de las razas de gatos y perros tienen pelaje en casi todo
su cuerpo, pero “este no les protege al 100% de la radiación UV, menos a
los niveles que existen ahora, y pueden exponerse a irritación de la piel,
quemaduras solares e incluso cáncer”.
“El protector solar
es una alternativa recomendada para nuestras mascotas, especialmente en días
soleados, donde el índice UV es muy alto o extremo, como ocurre normalmente en
la ciudad o la playa”, dice Giovanna Repetti, veterinaria de la cadena
SuperZoo.
Esto no significa que en los días nublados haya que bajar la
guardia, ya que las nubes no son capaces
de filtrar completamente los rayos UV. “La aplicación de este producto
puede ser especialmente fundamental para perros y gatos de pelaje blanco o
tonalidades claras, sobre todo si tiene un pelaje corto, ya que eso significa
que su piel está más expuesta al sol”, asegura.
¿Qué zonas deben protegerse?
“Lo ideal es proteger
las zonas con menos pelo de nuestras mascotas”, apunta Silva. En el caso de
los gatos, se trata de la nariz, la base
de las orejas (que tiene menos pelo) y sus puntas, el abdomen bajo y las
ingles.
En el caso de los perros, también la nariz es más vulnerable —incluyendo morro y puente—, las puntas de las orejas, la piel alrededor de los labios, el abdomen bajo y los muslos internos.
“En el los animales
de color blanco, café claro o naranjo, los riesgos son mayores pues, al igual
que nosotros, la falta de melanina los hace más sensibles a los rayos UV”,
destaca.