Caminar es una de las actividades físicas más accesibles y
beneficiosas para la salud. En los últimos años, el debate sobre la cantidad de
pasos diarios necesarios para mejorar la salud ganó protagonismo. Sin embargo,
un nuevo estudio puso en evidencia que la velocidad con la que se camina
también es crucial, especialmente para la salud del corazón.
La investigación publicada en BMJ Heart analiza la relación
entre el ritmo de caminata y el riesgo de arritmias cardíacas, y reveló que
caminar a un ritmo más rápido puede reducir significativamente el riesgo de
desarrollar problemas cardíacos, incluidos trastornos como la fibrilación
auricular.
Este hallazgo refuerza la importancia de no solo caminar,
sino hacerlo a un ritmo que aporte beneficios adicionales a la salud
cardiovascular, un factor muchas veces pasado por alto en las recomendaciones
sobre actividad física.
Un estudio realizado con 420.000 participantes británicos
indicó que caminar a una velocidad superior a 6 kilómetros por hora podría
disminuir los riesgos cardíacos hasta en un 43 %.