¿Los gatos pasan frío?, es una pregunta muy recurrente que en esta época del año se le hace a los veterinarios. Si, los gatos sufren del frío y más que las personas.
Los gatos son más
sensibles a los cambios estacionales y de temperatura, regulando incluso su
cantidad de pelaje a través de mudas para prepararse para las épocas de mayor
frío y calor, respectivamente. Así que, en un principio, hay que cuidar a las
mascotas felinas del frío brindándoles una buena alimentación para mantener sus
defensas sanas.
Aunque a tu gato de interior le guste ganar unos kilos en invierno, las horas de sueño y las temperaturas agradables en casa hacen que no necesiten más comida en invierno que en verano. Lo que sí que necesita es más ejercicio: puedes hacer que se mueva más, por ejemplo, invitándolo a hacer arrumacos.
Si tu gato es de
exterior, puede comer un poco más en invierno. Asegúrate de que la comida sea
de buena calidad. Al fin y al cabo, tu minino necesita mucha energía para
enfrentarse al frío invernal. Tampoco exageres, ya que le costará mucho
deshacerse de la grasa en primavera.
Algunos gatos,
como los de raza Siamés, tienen una coloración peculiar llamada “colour point”
y caracterizada por la presencia de un color oscuro en el hocico, punta de las
orejas, extremidad de las patas y punta de la cola, mientras que el resto del
cuerpo es de color más claro. Las zonas oscuras corresponden a las zonas más
frías del cuerpo y justamente por esto adquieren este color. En estos gatos, el
enzima responsable de la formación de la melanina (el pigmento oscuro de la
piel y pelo) es sensible a la temperatura, con lo cual no funciona a la temperatura
corporal normal de un gato, pero sí funciona en las partes frías.
Esta peculiaridad
hace que los gatos “colour point” puedan cambiar de color dependiendo de la
temperatura ambiental a la que están expuestos: si hace mucho frío, el pelo
crecerá oscuro también en las partes del cuerpo normalmente más claras. Así que
ver un gato “colour point” muy oscuro incluso en las partes que normalmente son
claras no quiere decir que tenga frío en aquel momento pero sí sugiere que ha
sido expuesto a temperaturas externas frías durante un periodo de tiempo
prolongado.
Cómo proteger a tu gato de exterior del frío en
invierno
Quien quiera
tener a su gato fuera en invierno deberá darle la oportunidad de entrar cuando
quiera. La mejor solución es instalar una gatera. Así, cuando los gatos tienen
frío, pueden decidir cuándo decir adiós a la nieve y el hielo. Los gatos
mayores y los gatitos deberían quedarse dentro durante el invierno. El sistema
inmunitario envejecido de los primeros y el pelo fino de los segundos no
ofrecen suficiente protección contra el frío.
La humedad podría penetrar
hasta el subpelo, provocándoles hipotermia. Por tanto, inspecciónale el pelo de
invierno a tu gato y, si lo necesita, ayúdalo a secarse.
Si tu gatito está sano e insiste en salir, incluso en invierno, puedes instalarle un refugio fuera. Un refugio de invierno estupendo para gatos es, por ejemplo una bonita caseta. Si los gatos tienen frío, pueden meterse en la caseta para protegerse, descansar y recargar las pilas.
Durante el invierno, es importante que tu gato tenga suficientes oportunidades para hacer ejercicio y mantenerse activo. Crea áreas cálidas y seguras dentro de la casa donde tu gato pueda jugar y hacer ejercicio sin estar expuesto al frío. Utiliza juguetes interactivos y pelotas suaves para mantener a tu gato entretenido y activo incluso cuando el clima exterior no sea favorable.