Para muchas mujeres, el período posparto es un momento de
cambios profundos tanto en lo físico como en lo emocional.
Aunque la llegada de un bebé puede traer alegría, no todas
las madres experimentan este proceso de la misma manera.
Se estima que más del 10% de las mujeres en el mundo
desarrollan algún grado de depresión posparto, una condición que afecta su
salud mental y sus relaciones familiares.
En este contexto, un análisis reciente plantea una posible
solución para reducir el riesgo de depresión: la actividad física.
Según un extenso estudio publicado en el British Journal of
Sports Medicine, hacer ejercicio regularmente puede disminuir casi en un 45% el
riesgo de desarrollar síntomas de depresión posparto.
La investigación, que analizó 35 estudios realizados en 14
países y con más de 4,000 mujeres participantes, sugiere que solo una hora de
actividad física a la semana puede marcar una gran diferencia.
Los beneficios no se limitan a la prevención; incluso las
mujeres que ya presentan síntomas de ansiedad o depresión posparto pueden
experimentar una gran reducción en la severidad de los mismos al adoptar una
rutina de ejercicio moderado.
Esto se debe a que la actividad física favorece la
liberación de endorfinas y otros neurotransmisores que regulan el estado de
ánimo, además de mejorar la calidad de sueño y reducir el estrés.