Para quienes padecen hipersomnia idiopática, despertar no siempre
significa iniciar el día. A pesar de haber dormido toda la noche, la sensación
de cansancio extremo domina las horas diurnas, una situación que dificulta
hasta las actividades más simples.
Este trastorno neurológico del sueño, poco frecuente pero que
puede ser profundamente incapacitante, se manifiesta con una somnolencia
excesiva que no cede ni con largos períodos de descanso nocturno.
Incluso, las siestas no aportan alivio, y el despertar se
acompaña a menudo de confusión y torpeza motriz, destacaron desde Mayo Clinic.
Entre los síntomas principales se destacan la inercia del sueño, que puede
compararse con un estado similar a la ebriedad al despertar, y la somnolencia
incontrolable durante el día.
Este trastorno también afecta la concentración, la memoria y
la capacidad de mantener la atención, lo que compromete la calidad de vida de
quienes lo padecen.
La necesidad de sueño puede irrumpir en cualquier momento,
incluso en actividades peligrosas como conducir, aumentando significativamente
el riesgo de accidentes.
Asimismo, aunque la hipersomnia idiopática puede aparecer a
cualquier edad, los casos más frecuentes se observan entre los 10 y los 30 años,
y afecta más a las mujeres que a los hombres.