Hoy se cumplen 20 años de la tragedia más triste y evitable de nuestra historia. Un 30 de Diciembre de 2004 en el boliche República Cromañón ubicado en Once tocaba Callejeros, cuando una bengala alcanzó un telón y transformó el recinto en un trampa mortal donde 194 inocentes perdieron la vida y más de 1400 sufrieron heridas de distinta consideración.
Ese día fue el final para muchos y el comienzo para otros tantos, que comenzaron a vivir un calvario. Algunos no lo pudieron soportar y otros fueron la voz de los que ya no están, cargando en sus hombros la pena de un montón de almas que siguen reclamando justicia, 20 años después.
En BHInfo conversamos con Diego Cocuzza y Jorge Kehiayan, sobrevivientes e integrantes de la agrupación "No nos cuenten Cromañón", que mañana realizará un acto en homenaje a las victimas y sobrevivientes como todos los años en el Obelisco:
Diego nos cuenta como vive en carne propia lo que le pasó hace 20 años: "Cromañón se revive todos los días. Es eso, básicamente, no hay un recuerdo puntual que me vuelva todos los días. Justamente lo que me hizo salir es empezar a contar lo que había pasado e involucrándome en las acciones que se hacían en un principio y después por mi parte también llevándolas adelante con iniciativa propia, de esa forma que surgió, "No nos cuenten" también".
"Con Cromañón aprendimos. Aprendimos que en la sociedad había un montón de cosas que estaban mal. Aprendimos que la utilización de pirotecnia en los shows estaba mal. Aprendimos que Cromañón pasó porque hubo corrupción. pero respecto a si se puede repetir o no, no tiene que ver solamente con un aprendizaje de la sociedad sino con acciones en particular en este caso del Estado si sigue habiendo corrupción no estamos exentos de que vuelva a ocurrir otra vez algo similar por más que la sociedad en general haya aprendido eso es así".
Jorge se animó a señalar algunos momentos claves en estos 20 años con respecto a la tragedia de Cromañón: "La ley de expropiación, que fue hace tres años, está en esos momentos top, que uno diría como momentos clave, porque se unió todo el arco político, se logró reunir a todo el arco político detrás de esta causa, todos tomaron conciencia de la importancia de que ese edificio le pertenezca al estado y pueda ser puesto en valor, lástima que por ahora no se cumple pero estamos ya avanzados en ese proceso y veremos si el gobierno nacional decide cumplir con la ley pero eso fue un hito muy importante porque además logró después de muchísimos años la unión de todo el universo Cromañón, de todas las organizaciones sin ningún tipo de grieta ni de discusión sobre otra cosa, sino que lo importante era rescatar el edificio y se logró.
Después, obviamente, el hecho de hace unas pocas semanas teniendo en la Ciudad de Buenos Aires la ley de reparación integral definitiva que puede abrir los padrones y sumar sobrevivientes que creyeron que nunca iban a poder acceder a los beneficios de una ley, poder sumarlos con todo lo que ello conlleva, después de casi 18 de que existe una ley que abarcaba a unos pocos. Eso también gracias a la unión de todo el universo de Cromañón se pudo lograr y también con toda la aprobación de todo el arco político, que eso también es una satisfacción muy grande.
Después un poco más en lo que respecta a la agrupación y a nosotros, creo que el lanzamiento de "Voces, Tiempo Verdad" (el libro editado por "No nos cuenten Cromañón") también ocupa un lugar importante porque es un testimonio que queda en físico a través del formato libro clásico, pero que también nos da la posibilidad de contar la verdad que tuvimos que silenciar o que tuvimos que estar silenciados durante tanto tiempo. así que en ese sentido para mí esos son los hitos que marcan, que son símbolos de lucha que vale la pena luchar y que durante estos años si bien por ausencia del Estado nos tuvimos que arreglar bastante solos.
Arreglarse solos es todo gracias a la lucha y a las ganas que le ponen los sobrevivientes, los familiares para sacar situaciones distintas de distintas personas adelante todos los días que no la pasan bien, que quedaron graves secuelas psicológicas, que no tienen las mismas posibilidades que otros quizás, de poder llevar adelante sus vidas con normalidad y encontrar esos espacios de contención que son las agrupaciones, que son las organizaciones. La verdad que es un orgullo grande poder ser parte de algo así y de un esfuerzo colectivo".
"Creo que Cromañón se puede volver a repetir en cualquier momento. El pago de coimas y la corrupción están presentes a la orden del día y lamentablemente no estamos exentos de que pueda volver a suceder. Obviamente uno querría recorrer el país como recorrimos con el libro, pero recorrerlo íntegramente para hablar en todos los colegios y concientizar a los chicos de determinadas cuestiones que tienen que tener cuidado a la hora de salir y de compartir un espacio de entretenimiento con amigos y demás, pero también es fundamental que el Estado haga su parte y ahí es donde uno empieza a desconfiar de que quizás no siempre va a cumplir su parte y que la corrupción está muy presente y que puede determinar que vuelva a suceder un hecho así. Ojalá que no, y eso para lo que uno trabaja todos los días y genera conciencia todos los días, pero no estamos exentos de que vuelva a suceder".
Jorge se acuerda de todo lo que pasó ese 30 de Diciembre de 2004: "Lamentablemente me acuerdo de todo, soy una persona con una buena memoria y me acuerdo de absolutamente todo. obviamente recuerdos puntuales es el momento en el que uno vuelve a entrar y empieza a sacar gente y no sabe quién es, ni qué hace ni nada, pero está ahí y está su vida en peligro, necesita una mano y hay que dársela y me parece que yo me quedo particularmente con eso con, con haber ayudado e intentar salvarle la vida a alguien que fue a hacer lo mismo que fui a hacer yo esa noche, pasar un momento con amigos y ver a la banda que le gustaba".
Para finalizar, Jorge nos cuenta como prefiere él recordar a las víctimas y acompañar a los sobrevivientes en este día especial: "Creo que es una buena manera de recordar a las víctimas, yo quizás lo llamo mal porque le digo celebración, y yo creo que es una celebración de celebrar la vida que nos quedó, con música, con arte, con cultura, y de recordar a los pibes y las pibas que no están, que no la pudieron contar, y que estemos nosotros para poder contarle y tratar de pelear para que no se vuelva a repetir y que nadie, ningún joven más, tenga que pasar por lo que pasamos nosotros a esa edad. Me parece que la mejor manera de recordarlo es tenerlos presentes todo el día, todo el tiempo y que suene la música de fondo, que es lo que nos unió esa noche y lo que fuimos a hacer cuando pasó Cromañón".