En las mascotas,
uno de los hábitos frecuentes y comunes que a veces tienen es el de comer pasto. Siempre se creyó que lo
hacían cuando tenían un problema estomacal, pero hay otros motivos avalados por
la ciencia que no lo desmienten, pero agregan otras potenciales razones.
En ese sentido,
un grupo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de
California en Davis, en los Estados Unidos, prepararon un trabajo de investigación cuyo protocolo consistía en
que más de mil dueños de gatos pasaron, al menos tres horas al día, observando
el comportamiento de su mascota.
Como muchos
propietarios de felinos sospechaban, comer hierba es un hábito extremadamente
común: el 71% de los animales lo
hicieron al menos seis veces en el período de observación, y el 61% más de diez
veces. Solo un 11% no mostró prácticas vegetarianas.
Un estudio
similar, publicado en 2008, analizó la
frecuencia del consumo de plantas en perros. En esa investigación, el
equipo también descubrió que los perros rara vez presentaban enfermedades antes
de comer hierba y que el vómito era una consecuencia relativamente rara de
comerla.
Además, la investigación concluyó en que la
frecuencia de ingerir pasto no estaba relacionada con la dieta del perro o con
la cantidad de fibra que engullía, lo que sugiere que no estarían tratando de compensar alguna deficiencia
dietética.
¿Las mascotas comen pasto
cuando se sienten mal?
Es erróneo sostener que los perros comen pasto
cuando se sienten mal. Si
se alimentan del césped, es para mejorar la digestión y favorecer el
tratamiento contra parásitos intestinales. También existe la posibilidad de que
lo hagan porque les gusta el sabor, el olor o la textura.