La vitamina C es un nutriente esencial que el cuerpo humano
no puede producir, pero que resulta clave para fortalecer el sistema inmunológico,
proteger las células del daño y mantener una salud integral.
Según expertos consultados por Today, también contribuye a
mejorar la absorción de hierro, acelerar la curación de heridas y cuidar la
piel, los huesos, los dientes y las encías. Su obtención depende exclusivamente
de la dieta o suplementos, lo que abre la puerta a estrategias para maximizar
sus beneficios.
La doctora Carol Johnston, experta en metabolismo de la
vitamina C y profesora de nutrición en la Universidad Estatal de Arizona, enfatizó
la importancia de consumir frutas y verduras frescas como fuente principal de
este nutriente.
Sin embargo, advirtió que la vitamina C es altamente
sensible al procesamiento de alimentos y a factores como el calor, la luz y el
oxígeno, lo que puede reducir su contenido en los alimentos. Por ello, Johnston
recomienda complementar la dieta con suplementos, incluso para quienes creen
consumir suficientes frutas y verduras.
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la ingesta
diaria recomendada de vitamina C varía según la edad, el género y las
condiciones específicas de cada persona. Los hombres adultos necesitan 90
miligramos al día, mientras que las mujeres requieren 75 miligramos.
Durante el embarazo, la cantidad recomendada aumenta a 85
miligramos, y en el período de lactancia, a 120 miligramos. En el caso de los
niños, las necesidades son menores.
En cuanto al momento del día para consumir suplementos de
vitamina C, Johnston afirmó que no existe una hora específica que sea mejor que
otra.
Sin embargo, recomendó tomar el suplemento junto con una
comida si se experimenta malestar estomacal, un efecto secundario que afecta
aproximadamente al 10% de las personas en sus estudios. Este simple ajuste
puede eliminar las molestias gastrointestinales.